Lo que comúnmente se conoce como la Ley de Miller en UX (7±2) dicta que para que una web sea usable los menús deben tener entre 5 y 9 secciones. Esto que he descrito es quizás de las peores interpretaciones que se han hecho de un artículo científico.
En 1956 George A. Miller publicó un paper en Psychological Review bajo el nombre de The Magical Number Seven, Plus or Minus Two: Some Limits on our Capacity for Processing Information. En este paper hablába de los límites de la memoria a corto plazo y los «chunks» -Este término lo explicaré más adelante ya que es esencial para comprender su teoría-, pero no puede decirse, por importante que fuesen estos hallazgos, que se trate realmente de una ley.
No pretendo desprestigiar a Miller, ya que sus conclusiones son muy útiles para comprender la psicología de los usuarios. Dicho eso, tampoco creo que sea justo categorizar como «ley» algo tan subjetivo como los chunks de Miller. No rigen el comportamiento, tan solo muestran aproximaciones sobre los límites de nuestra memoria (la clave del asunto está en la palabra «aproximaciones»)
Para que el UX se tome en serio debemos ser críticos con cómo presentamos la información y procurar diferenciar los datos reales sacados de estudios científicos de aquellas interpretaciones libres y sin fundamento. Por ello, en este artículo voy a intentar explicar qué dice realmente la llamada «Ley de Miller» y qué ideas son una pésima interpretación de esta.
¿Qué es y qué no es la Ley de Miller?
George A. Miller habla en su artículo sobre dos temas en los cuales encuentra un límite aproximado (7±2). Estos son juicios unidimensionales (sobre los que no voy a hablar aquí por no alargar el artículo y por no conocer con suficiente profundidad) y la capacidad de memoria a corto plazo.
Para sus análisis sobre la memoria a corto plazo utiliza elementos llamados chunks.
Si haces una sencilla búsqueda en Google verás que los chunks se definen como grupos de elementos o palabras que pueden almacenarse y procesarse como conceptos únicos. Miller los define como la unidad más larga en el material presentado que el individuo conoce. Esto significa que la medida de un chunk -es decir, el número de elementos que pueden almacenarse en este- es subjetiva.
Si presentamos un listado de palabras y analizamos la memorabilidad, veremos que entre la quinta y novena palabra habrá caida en el nivel de aciertos. Véase el ejemplo de abajo:
- Casa
- Perro
- Mesa
- Sol
- Coche
- Ventana
- Silla
- Nevera
- Pájaro
- Biblioteca
Cada una de estas palabras es un chunk. Esto es lo que vió Miller y que describe en su artículo. Pero hemos dicho que lo que consideramos como un chunk era subjetivo. En el siguiente ejemplo vamos a ver cómo un listado como el que hemos visto antes se nos complica mucho cuando las palabra no están en nuestro idioma.
- Dům
- Pes
- Stůl
- Slunce
- Auto
- Okno
- Židle
- Lednička
- Pták
- Knihovna
En este caso, a menos que la persona hable checo, no deberíamos considerar los chunks como los grupos de palabras, ya que no son elementos reconocibles por los participantes en este experimento hipotético. Quizás sea más razonable considerar cada caracter individual como un chunk.
Un chunk teoricamente puede ser también un icono o un sonido.
Pero si en todo momento estamos hablando de elementos que el participante debe memorizar, ¿Por qué cuando lo aplican al UX hablan de elementos en el menú? No recuerdo la última vez que me obligaron a aprenderme los elementos de un menú… quizás porque nunca ha pasado.
La denominada “Ley de Miller” -que como hemos visto no es una ley, sino una aproximación a los límites de nuestra memoria a corto plazo, solo que “ley” suena mejor- tiene muchas aplicaciones en UX, pero no para los menús de navegación, sino en cosas mucho más sutiles pero esenciales para mejorar la experiencia de los usuarios en al web.
Un ejemplo perfecto es el número de tu tarjeta de crédico o tu número de teléfono. Ambas son listas de números y, si nos fijamos, tanto a la hora de aprenderlos como a la hora de insertarlos en un formulario web, se crean agrupaciones de números. No lo insertamos como 661662663, sino 661-662-663 o 661-66-26-63. Lo mismo con el número de la tarjeta.

¿Significa eso que todo lo que el usuario deba memoriza debe estar dentro del rango de 7±2, es decir entre 5 y 9? No, como hemos visto anteriormente la gente llega a crear grupos incluso inferiores si lo considera necesario. Miller hablaba de máximos en la memoria, no de medias de memoria. Además, hemos dicho que era subjetivo, por lo que habrá gente que en determinadas ocasiones funcione con chunks mayores de 9 elemento.
Las dimensiones de los chunks dependerá de la persona, sus conocimientos (como vimos en el ejemplo de los idiomas) y el contexto (ya que puede encontrarse con ruido que dificulte el procesamiento de los datos).
Espero te haya resultado útil. Si tienes algún comentario sobre el tema o cualquier tipo de aportación, no dudes en contactar conmigo.